Estoy en guerra

Llevaba tiempo sin escribirte. Estaba ocupada, librando una batalla.
Si, una batalla; te puede parecer una palabra exagerada, pero créeme, yo lo viví así.

Tal vez te estés preguntando contra quién era esa batalla, quién era mi enemigo.
Era el más peligroso de todos porque no era de fuera, estaba dentro de mí.

Como ya sabes acabo de dejar mi trabajo por cuenta ajena y no está siendo un
camino fácil, parece que todas las “caquitas” que llevaba dentro están haciendo carreras para salir hacia fuera.

Todas esas caquitas se pueden resumir en una: MIEDO.

¿Y cuáles son las opciones que aparecen cuando tenemos miedo?

• Escapar
• Quedarte quieto
• Actuar

Mi estrategia preferida (porque la llevo utilizándola años) es escapar.

Yo escapo viendo series, un comportamiento que podría ser placentero, se convierte
en una evasión. Hay personas que beben o se drogan, yo veo series y si además como comida basura mientras mucho mejor.

Puedes creer que exagero, pero he estado investigando y cuando ves varios  capítulos
de una serie, tu cerebro genera dopamina (hormona ligada al placer) de forma
constante y el efecto es similar al de una droga.
Además, es incluso peor porque es un comportamiento socialmente aceptado y muy
pocas personas que vean series de manera compulsiva creen que sean adictas.

• El primer paso es RECONOCERLO. Soy adicta.

Cuesta un montón, hasta me resulta difícil escribirlo, pero solo si lo reconozco puedo
cambiarlo, solo si me duele, si me escuece de verdad podré salir de ahí.

Es muy probable que a ti te pase algo parecido, puede que, con las series, con la
comida, con las compras… Y digo que es probable porque vivimos en una sociedad
que lo propicia y hasta lo valora.

• El segundo paso es ENCONTRAR maneras de evitar que ese mecanismo explote.

En mi caso como me solía pasar después de comer, lo que hice fue comer en un lugar diferente de la casa y según termino de comer, friego los cacharros y me voy a dar un mini paseo.

Diseña una nueva forma de comportarte para no caer en el mismo habito; se que es difícil mucho, pero si sabes que te hace daño es hora de afrontarlo.

•  Tercer paso: NO TE FÍES de ti mism@.

Yo me vine arriba y después de no caer en el hábito 2 días seguidos pensé que ya lo tenía superado. ¡ERROR!

Al tercer día me puse un capítulo y de nuevo caí en mi propio infierno.

• Cuarto paso: COMPASIÓN contigo mism@.

Compasión no es indulgencia, me comprendo y decido retomar mi camino.

Atención a este punto porque cuando volvemos a fallar, cuando yo fallaba, me
consolaba y me decía que no pasaba nada, que la próxima vez sería diferente, y esto no funciona si no hay un compromiso firme de cambiar, porque lo que tu cerebro interpreta es que al final obtienes consuelo y eso no está mal del todo.

• Quinto paso y último: COMPRENSIÓN.

A mí me ayuda saber que este mal hábito es un camino neuronal muy profundo y que soy capaz de cambiarlo con PERSISTENCIA, que yo soy mucho más grande que esa “caquita” y que si sigo mi estrategia lo puedo conseguir.

No te voy a mentir, hay días en los que todavía caigo, pero CONFÍO en mí misma y sé y siento que SOY MÁS GRANDE que este miedo y que lo voy a conseguir.

Yo me recuerdo que, si otra persona ha podido, yo también puedo, y si yo puedo tú también puedes.

¿Cómo te ves?

Quiero leerte en los comentarios y que me cuentes como te vas a COMPROMETER para afrontar TUS MIEDOS.

Un gran abrazo